Entrevistamos a Rodrigo Fernández, franquiciador de la enseña QuickGold

QuickGold nació en 2009, pero llevábamos prestando el servicio de cambio de divisa desde 1994. Teníamos mucha experiencia en ese sector y en 2009 vimos que nuestra operativa y modo de tratar al cliente eran muy aplicables al sector de compraventa de oro.

¿Cuándo y cómo nació QuickGold?

QuickGold nació en 2009, pero llevábamos prestando el servicio de cambio de divisa desde 1994. Teníamos mucha experiencia en ese sector y en 2009 vimos que nuestra operativa y modo de tratar al cliente eran muy aplicables al sector de compraventa de oro. Existía una oportunidad muy grande de crear una empresa muy orientada al cliente. Realmente era una necesidad de mercado.

¿Nos podrías definir tu concepto de negocio?

Nosotros lo que intentamos es prestar pequeñas soluciones financieras, tanto en cambio de divisa como en pequeños préstamos. En realidad, ofrecemos cualquier tipo de intercambio de activo a precios muy muy razonables, y desde la perspectiva de que cada una de las operaciones es muy trascendente con el cliente y desde el permanente respeto a cada una de las operaciones. Aparte de esto, hemos entendido que una de las bases de todas estas operaciones es la transparencia y la seguridad que debemos trasmitir al cliente, que es lo que hace que los clientes confíen en nosotros y depositen la confianza en QuickGold.

Desde un punto de vista empresarial, nosotros intentamos combinar líneas de negocio que sean compatibles, que sumen y que hagan que sea un negocio muy sólido.

¿Cuáles fueron las dificultades con las que te encontraste?

En el inicio del negocio nos encontramos con que nuestra ética comercial y manera de entender el negocio fue un éxito brutal en el sector, por lo que nuestros arranques, que coincidieron también con un momento sectorial muy positivo, hizo que arrancásemos súper fuerte porque en el momento en el que nosotros empezamos era muy poco frecuente que los establecimientos de compraventa de oro fuesen claros en sus condiciones, transparentes, que comunicasen… Casi diría que era difícil encontrar tiendas honestas. Entonces nuestra propuesta fue acogida por nuestros clientes con entusiasmo.

En cuanto a las dificultades, han sido en situaciones no tan ventajosas. Desde el punto de vista sectorial, el mantenernos y seguir creciendo, eso sí que fue un reto. Cuando muchas tiendas del sector estaban cerrando, nosotros manteníamos crecimiento. Fue una situación difícil. Por otro lado, compatibilizar los servicios de las diferentes áreas de negocio (incorporar el cambio de divisa en todas las tiendas, incorporar los empeños como área muy importante en todas las tiendas, etc.) ha sido un reto importante.

¿Por qué has decidido expandirte bajo la fórmula de la franquicia?

Entendemos que QuickGold requiere una supervisión directa por parte del franquiciador que nosotros no estamos en condiciones de dar a partir de un cierto número de tiendas. Eso entendemos que tiene un valor, y así mismo nosotros comprendemos que nuestra fórmula de negocio es replicable y que nuestro know how tiene un valor que se puede aportar a las tiendas. Por lo cual entendemos que es una fórmula en la que es muy sencillo llegar al gana-gana en el que, por un lado, nosotros aportamos toda nuestra experiencia, todo nuestro know how y todos los avances que vamos implementando en las tiendas, y por otro lado, tenemos a los franquiciados que tienen la posibilidad de tener el control diario de las tiendas que es a lo que nosotros no llegamos y que sería el caso de expandirnos como una cadena en lugar de como una franquicia.

¿Cuáles fueron los problemas con las que te encontraste al franquiciar tu negocio?

Al franquiciar nuestro negocio, los problemas que tuvimos me imagino que son extensibles a casi cualquier marca. Cuando tú tienes una línea de negocio no es lo mismo explotarlo por ti mismo que un tercero lo explote por ti. Los procedimientos tienen que estar muy definidos, muy claros, no tienen que ser personalistas, tienen que ser aplicables a diferentes perfiles, a diferentes personas y a diferentes estilos de elección. Eso siempre es un reto. Y luego establecer de manera clara y concreta un perfil de franquiciado que funcione con la filosofía de la marca, por eso hemos sido muy cuidadosos. Hemos hecho una expansión creo que bastante prudente para que siempre la marca estuviese en manos de gente que respetase mucho nuestra filosofía y que estuviese 100% alineado con nuestros principios. Eso nos ha hecho ir poco a poco, pero ha hecho que la construcción de la franquicia haya sido muy sólida.

¿Qué os diferencia dentro del sector frente a la competencia?

Lo que nos diferencia dentro del sector creo que, hablando desde el punto de vista del cliente, es que tenemos una marcada tendencia con vocación al cliente, tratamos de ser siempre muy competitivos a precio y, sobre todo, damos mucha información al cliente. La transparencia para nosotros es fundamental y eso es muy poco habitual. No hay ningún operador transcendente en España que publicite sus precios ni sus condiciones de empeño, ni que las dé por teléfono, ni que sistemáticamente informe a sus clientes antes, durante y después de la operación.

Desde el punto de vista del conjunto de negocio, y digamos que pensando en el negocio como franquicia o para alguien que quiere abrir su propio negocio, yo creo que lo que más nos diferencia del resto es que nosotros tenemos diferentes líneas de negocio que están compatibilizadas dentro de una misma ubicación sin incrementar los gastos. En este sentido, en muy poco tiempo, el cambio de divisa ha sido una explosión. Se ha revelado una línea de negocio súper trascendente en los QuickGold. Igualmente los empeños, la compra de plata, el tipo de transacciones que estamos haciendo con los diamantes… Todo esto hace que seamos muchísimo más que un compraventa de oro y eso incrementa la rentabilidad muchísimo.

¿Cómo encuentras la situación del sector a día de hoy?

Si nos circunscribimos en el sector de compraventa de oro, diría que la situación del sector ahora está bien, pero no es su mejor momento. El mejor momento creo que fue en 2010 – 2011. Pero claro, no es nuestro único sector, así que revisando todos los sectores en suma diría que excepcionalmente bien.

Si tuviésemos que decir la situación actual exclusivamente en el sector de compraventa de oro, pues cuando estuvo el oro a 45€/gr. de fino era mejor, cuando estuvo el oro a 30€/gr. de fino era peor, y ahora está bien. En cuanto al cambio de divisa, cuando no estábamos en el Euro era mejor, ahora dentro de la evolución que ha seguido desde que estamos en la zona Euro y con la inclusión de todos los países que han empezado a hacer turismo, ha subido mucho con respecto a los inicios del euro, pero tampoco es su mejor momento; y respecto a los empeños sí que diría que es su mejor momento porque crecen de manera constante y sistemática en toda la cadena. En suma, se podría considerar el mejor momento para QuickGold.

¿Cuál es la inversión que tiene que realizar el franquiciado?

Contamos con dos partidas importantes: por un lado, la inversión necesaria para acontecer la apertura del negocio, en la que se incluye el canon de entrada que está entre 20.000 - 25.000€, incluyendo reforma, aparataje, medidas de seguridad, etc.; y por otro lado, las necesidades de liquidez que tiene el negocio. O sea, una de las líneas principales de negocio son los pequeños préstamos, los empeños, y para que esa línea de negocio sea rentable necesitamos acumular un cierto inmovilizado para prestablecer. Ese inmovilizado nosotros lo estimamos entre 60.000€ - 80.000€. La inversión total suele ir entre 80.000€ - 100.000€, de los cuales nosotros recomendamos siempre que al menos el 60% sean recursos propios del franquiciado.

¿Qué ofrece al emprendedor QuickGold?

Pues primero una fórmula de negocio contrastada, y luego, al margen hacemos una formación completa y muy extensa al franquiciado, asesoramos en la búsqueda de local, aconsejamos y participamos de manera activa en la selección y formación de personal, y hacemos un seguimiento constante y continuo de la marcha del negocio.

Creo que esta es la parte más importante dónde evolucionamos el negocio, es decir, QuickGold no es lo mismo que en 2009, y dentro de 2 – 3 años QuickGold no será lo mismo que es ahora. Y ese aporte de valor creo que está muy en línea con lo que hablamos antes, de por qué nos dedicamos a la franquicia. Precisamente porque nos permite a nosotros evolucionar el negocio. Desde Central nuestra labor más importante es hacer que cada vez QuickGold sea más rentable, que cada una de las tiendas sea más rentable, y eso está ocurriendo. De hecho, considerando tienda por tienda, no solo el agregado, sino también teniendo en cuenta el beneficio, 2016 ha sido el mejor año.

¿Cómo ves el futuro?

Pues el futuro de QuickGold lo veo formidable. Cada vez estamos viendo más que los grandes operadores financieros van dejando más hueco a las pequeñas necesidades. Nos les interesan. Lo que vemos es una distancia enorme entre lo que pueden ser las condiciones bancarias y las condiciones que están aportando este tipo de préstamos. Nosotros nos situamos ahí. La idea es aportar a nuestros clientes y franquiciados todo el rango de operaciones que se sale de los bancos y todavía no tiene solución para el consumidor final. Lo que vamos viendo es que cada cosa que vamos incorporando a QuickGold es un gran acierto y es una línea de negocio que no compite en absoluto con el resto y va a aportar rentabilidad. Desde el punto de vista de negocio veo un futuro muy prometedor.

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