Promovemos la educación financiera y la cultura emprendedora para ayudar a los niños y jóvenes a desarrollar su potencial y a adoptar una actitud emprendedora ante la vida
Una mala experiencia personal y la necesidad de una educación financiera en la sociedad actual hicieron que Verónica Deambrogio fundara El Recetario Financiero y La Escuela de Jóvenes Emprendedores, dos negocios centrados única y exclusivamente en la formación financiera para niños y jóvenes respectivamente.
He tenido la oportunidad de reunirme con Verónica, una mujer que se define como plena emprendedora que constituyó varios negocios previos a los que hoy gestiona y, que nada tenían que ver con la educación financiera, pero siempre se consideró una mujer atrevida e intrépida, a la que le apasiona viajar, con una desmesurada generosidad y siempre dispuesta a compartir todos sus conocimientos y aprendizajes con los demás. En una sociedad en la que el sentimiento emprendedor está en boca de todos, me resulta interesante conocer el interior de una empresa que se dedica a fomentar la actitud emprendedora entre nuestros jóvenes, además de enseñarles conocimientos básicos sobre el dinero que podrán aprovechar a lo largo de toda su vida.
Verónica considera su compañía como una empresa social, accesible para todos aquellos niños y jóvenes que estén interesados en aprender sobre finanzas. El principal objetivo de ambos proyectos consiste en crear una generación de niños y jóvenes con una cultura y educación financiera. El modelo de negocio es bien sencillo, aunque ambas empresas se centran en los mismos objetivos, se diferencian en el público objetivo y la metodología de trabajo, así me lo ha explicado la empresaria de origen argentino.
El Recetario Financiero consiste en una actividad destinada a niños que están estudiando primaria, a partir de cuarto curso ya son lo suficientemente maduros como para aprender ciertos conocimientos acerca de finanzas. La metodología de enseñanza que siguen con los niños es la de aprender haciendo, mediante juegos prácticos enseñan a los niños lo que es el consumo responsable, el valor supone ganar dinero. Dichas actividades se llevan a cabo dentro de los propios colegios durante las horas escolares, trabajan el cuerpo mediante el ejercicio físico, el alma a través de los valores y la mente por medio del conocimiento, así lo define Verónica.
Para trasladar la importancia que tiene la sabiduría financiera, Verónica junto a sus socias, decidieron relacionar la gastronomía y la nutrición con las finanzas, pues para ella es imprescindible hacer entender que administrar el dinero es tan cotidiano como el hecho de comer, por ello creó el Recetario, para dar recetas fáciles sobre cómo gestionar el dinero. Ella considera que es tan importante tener buenas finanzas como una dieta saludable. Gozar de una buena salud financiera te hace sentir feliz y aliviado, permite evitar las deudas, el estrés y la ansiedad.
Vivimos en una sociedad en la que hablar de dinero no está bien visto, o así lo valora ella, y es por ello que no disponemos de una buena cultura financiera. El sistema educativo no incluye esta educación en su proyecto y esta necesidad es la que hizo que Verónica creara sus empresas pues, al fin y al cabo, manejamos dinero desde que somos muy pequeños. La forma de realizar el cambio en la relación con el dinero es mediante la educación financiera en los niños, desde casa o mediante estas actividades que Verónica plantea. Los jóvenes de hoy en día están acostumbrados a conseguir todo lo que quieren al instante, no conocen lo que es el esfuerzo y el sacrificio para lograr algo. Desde el Recetario Financiero quieren cambiar esta actitud, pues consideran que, en el futuro, estos niños sabrán cómo actuar ante el fracaso y cómo superarlo.
La argentina fundó el Recetario en 2013 y solo trabajaba vía online, pero el negocio se quedaba corto, ella quería trasladar sus conocimientos a muchos más niños y la forma en que podía hacerlo era implantándolo en los colegios. Se asoció con sus actuales socias y entre las tres llevaron el proyecto a las escuelas en 2014.
Sus clientes son las entidades públicas y privadas, las empresarias muestran el proyecto y ellos son los que contratan el servicio para los colegios. Esta formación financiera es gratuita para los alumnos pues son los usuarios; los clientes, es decir, los que pagan por el servicio, son los ayuntamientos. Estos servicios están comprendidos por el soporte, la formación, el contenido y la metodología. Los primeros ayuntamientos que apoyaron este innovador concepto y lo implantaron en sus centros fue el Ayuntamiento de Benissa en Alicante y el cabildo de Lanzarote. Verónica se muestra muy agradecida por la oportunidad que estos municipios le brindaron para lograr los primeros pasos de su sueño.
Ya había llegado a los niños, pero la falta de esta educación en el sistema educativo no se reducía a los colegios, sino que también carecía en la secundaria. Los adolescentes que son los potenciales emprendedores necesitan una educación financiera que desarrolle su potencial y aprendan a gestionar su dinero. Por ello, en 2016, Verónica junto a sus socias crearon La Escuela de Jóvenes Emprendedores, que a día de hoy es su negocio principal.
En este caso la actividad está dirigida a los adolescentes, en una franja de edad de entre los catorce y los veinte años. Consiste en ciclos formativos de ocho meses de duración donde forman a los jóvenes en una actitud emprendedora. Además, organizan eventos dirigidos para este público donde motivan y promueven la cultura emprendedora, cuentan con la participación y colaboración de emprendedores de éxito que narran su experiencia. El primer evento que realizaron fue en febrero de 2019, en la Universidad de Alicante al que asistieron más de 800 adolescentes y jóvenes.
La empresaria realizaba talleres para los jóvenes que duraban apenas una jornada. Sembraban en ellos la curiosidad del emprendimiento, pero de poco servía porque hacían el taller y se marchaban, por lo tanto, dejaban a los chicos igual que al principio, en un día no podían enseñar y fomentar la cultura emprendedora. Por ello, comenzaron a desarrollar la idea de crear una escuela donde pudieran enseñar todo lo que es la cultura emprendedora, una actitud ante la vida, la perseverancia, el valor del esfuerzo, a hablar en público y a tener confianza en sí mismos.
Así fue como volvieron a los ayuntamientos a explicar el formato y, estos al contratar el servicio facilitaban a los educadores un espacio donde desarrollar esta formación. Y así se originó La Escuela de Jóvenes Emprendedores y El Recetario Financiero.
Verónica, de 43 años de edad, estudio magisterio en Argentina y se especializó en equitación. Parte de su vida laboral se centró en el marketing y en el comercio exterior en su país natal. Llegó a España hace 18 años, su intención era quedarse por un corto periodo de tiempo pues le habían propuesto formar parte del jurado del mundial de equitación que se celebró en Alicante hace unos años. Acudió para cubrir ese puesto y una vez allí, le plantearon la posibilidad de quedarse en España para trabajar en un centro de hípica y aceptó. Tras ocho meses trabajando en aquel centro decidió abandonarlo para emprender su propio centro hípico junto a una amiga que había conocido en Alicante.
En esta época Deambrogio tomó conciencia de que trabajaba mucho y muy duro todos los días y aun así no lograba llegar a fin de mes, siempre le faltaba dinero para cubrir sus deudas. Algo de lo que hacía con su dinero estaba mal, estaba llevando a cabo una fórmula que, evidentemente, estaba equivocada. Fue entonces cuando se percató de que necesitaba estudiar educación financiera para aprender a gestionar su dinero porque el problema no se encontraba en lo que ganaba, sino en cómo se lo gastaba.
Comenzó a estudiar cultura financiera, hizo una gran cantidad de cursos relacionados con el tema, realizó un programa de formación de inversores, también leyó muchos libros sobre el tema hasta que se convirtió en una experta en educación financiera. Su aprendizaje en finanzas fue totalmente autodidacta. Gracias a este conocimiento su situación personal cambió ya que, al fin, había tomado el control de sus finanzas.
Su generosidad no le permitía quedarse con todo ese conocimiento que había adquirido para sí misma, por lo que decidió compartirlo. Para ello montó una editorial digital, hizo una revista llamada “Mi Dinero” enfocada a las finanzas personales, era gratuita y llegó a alcanzar los 3.500 suscriptores. En este medio de comunicación compartía todo lo que ella había aprendido sobre cultura financiera, cada mes publicaba un número nuevo.
Tras convertirse en madre se dio cuenta de que la educación financiera no solo era necesaria para adultos, como ella creía hasta el momento, sino que era muy importante que los niños aprendieran esta cultura desde que son pequeños. Fue entonces cuando lanzó una colección de educación financiera. Con este proyecto llegó a bastante gente, pero Verónica consideraba que aquella formación tenía que recibirla más gente. Comenzó a pensar y a desarrollar en llevar aquel negocio al plano físico para expandirse, porque hasta entonces todo era digital. Pensó que tal vez, poniendo un anuncio en su revista diciendo que necesitaba voluntarios que estuviesen dispuestos a cambiar el mundo a través de la educación financiera, encontraría a alguien que la ayudara a desarrollar su idea.
Y efectivamente así ocurrió, contactaron con Verónica las que son hoy sus dos socias, Vanessa Marrero, la actual responsable de las Islas Canarias y Nieves Villena, la encargada de las Islas Baleares y Andalucía. Las tres llevaron al plano físico el negocio que estaba desarrollando en soledad El Recetario Financiero y las tres son las co- fundadoras de las Escuela de Jóvenes Emprendedores, aunque el origen del proyecto pertenece a Deambrogio.
Actualmente, aunque siguen trabajando con El Recetario Financiero, se encuentra más centradas en la segunda línea de negocio con la Escuela de Jóvenes Emprendedores. Cuenta con ocho escuelas distribuidas entre Alicante, Baleares, Andalucía y las Islas Canarias, pero el deseo de esta emprendedora nata es expandirse y cubrir las necesidades de educación financiera por toda España. Para ello, Verónica confía en su directora de expansión Laurence Boucheron, que ha hecho posible la primera fase de la evolución del negocio expandiéndose de manera propia, pero ahora la empresaria argentina quiere ir más allá y para que ello, Verónica apuesta por el modelo de franquicias. Y aunque todavía no tiene ninguna abierta, me ha confesado que el proyecto de franquicia se encuentra en desarrollo y que, en cuestión de tiempo, veremos la primera franquicia de Escuela de Jóvenes Emprendedores.
Desde que concibió el proyecto de El Recetario Financiero siempre pensó en la idea de que fuese franquiciable para el futuro. Su plan consiste en contar con colaboradores en distintos puntos del país que cuenten con el manual operativo del negocio para que trabajen tal y como ella lo está haciendo. La expansión bajo la franquicia supone una proyección hacía el futuro, un modelo que puede garantizar que, toda la formación que elaboran y los valores que ella inculca, puedan recibirlo muchos más jóvenes.
Después de cuatro promociones, la empresaria ha confirmado que este tipo de formación es esencial para los jóvenes y que estos disfrutan del tiempo que pasan en estas escuelas. Es ahora el momento de expandirse con un negocio testado en el mercado y que tiene una enorme acogida tanto por los alumnos, como por las entidades que los contratan. El acto de compartir es algo innato en Verónica y poder compartir su pasión y hacerla llegar a todos sitios es un sueño que le queda por cumplir.
Esta emprendedora tiene un objetivo que alcanzar, convertirse en la primera franquicia de emprendimiento social, emprender ayudando a la sociedad, colaborando entre todos para mejorar.
Aunque quiere conquistar todo el país, la argentina me ha confesado que le gustaría que una de las primeras franquicias se ubicara en Madrid y desde ahí implantarse en las grandes ciudades. Este año tiene previsto abrir dos nuevas escuelas, una en Valencia y otra en Alicante. Su plan a largo plazo se centra en sobrepasar las fronteras y poder llevar la cultura financiera a otros países, considera que es un modelo fácilmente replicable en el extranjero. Como su mano derecha Laurence están elaborando la estrategia de crecimiento tanto a nivel nacional como a nivel internacional.
Justo antes de finalizar nuestra charla, Verónica me contó lo que para ella fue un golpe de suerte que hizo que su proyecto se pusiese en marcha. Tras poner el anuncio en la revista con la incertidumbre de que surtiera efecto, recibió respuesta casi de inmediato de las que ahora son sus socias y empezaron a desarrollar lo que tantas ganas tenía de constituir, El segundo golpe de suerte fue cuando conoció a Laurence, una brillante amiga y trabajadora que está haciendo posible que este proyecto crezca. Sintió como el universo se centró en que encontrara a las personas adecuadas que le ayudaran a cumplir un sueño.
Verónica Deambrogio (El Recetario Financiero y Escuela de Jóvenes Emprendedores)
Estudió magisterio en su país natal, Argentina, y se especializó en la hípica. Ha trabajado previamente al Recetario Financiero y Escuela de Jóvenes Emprendedores en escuelas de hípica, incluso llego a fundar una propia.
Está especializada en las finanzas personales, el emprendimiento juvenil y la educación financiera. Le encanta viajar y lleva más de 18 años en España.
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