El juez de la Audiencia Nacional cierra el caso Vitaldent al no acreditarse los delitos de estafa a los franquiciados y el blanqueo de capitales

El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, ha archivado el “caso Vitaldent” al no quedar probados los hechos fraudulentos por los que se acusó a la antigua cúpula de la enseña, en el año 2013. 

El auto del pasado 28 de julio de 2021, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge la negativa, por parte del titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, a prorrogar por seis meses más las investigaciones sobre el caso, poniéndole fin a las mismas. El instructor rechaza la petición de la Fiscalía Anticorrupción de prolongar el tiempo de duración del plazo de instrucción por falta de datos novedosos que justifiquen esa ampliación.

Finaliza así el caso, que comenzó en los juzgados de Majadahonda, hace ya seis años, por parte de una serie de franquiciados que interpusieron una demanda contra la antigua directiva de Vitaldent por los presuntos delitos de estafa, apropiación indebida, blanqueo de capitales o falsedad documental, entre otros, y el cual trascendió a la Audiencia Nacional en el año 2016. 

Más información sobre el caso de la franquicia Vitaldent

La denuncia interpuesta a Vitaldent por parte de su red de franquiciados, tuvo lugar en el Juzgado de Instrucción número 2 de Majadahonda, recayendo en el mismo las oportunas investigaciones para esclarecer los hechos. Fue la titular de ese mismo Juzgado de Instrucción, la que decretó el ingreso en prisión de trece implicados, entre los que se encontraban tanto el presidente como el vicepresidente de Vitaldent.

Debido a la complejidad del caso, este pasó a manos de la Audiencia Nacional, donde el juez García-Castellón ha determinado, tras los sucesivos y complementarios informes recibidos por la AEAT que “procede acordar el archivo respecto de estos delitos imputados”.

En lo referido al contrato de franquicia, el magistrado afirma que "el mismo no puede ser considerado engaño, o vehículo del fraude, no alcanzando el concepto de piedra angular de la estafa". Pues considera que el contrato de franquicia era idéntico para todos los franquiciados, pese a que tuviera algunas variaciones menores, fruto del paso del tiempo.