La gran mayoría de las empresas que inician su desarrollo en franquicia son casi siempre empresas pequeñas o muy pequeñas en fase incipiente, pero enormemente creativas y con un enfoque e impulsión emprendedora muy superior a otro tipo de empresas.
Algunos ejemplos notorios que han partido del impulso de sus emprendedores y se iniciaron prácticamente sin recursos son, entre otros: 100 Montaditos perteneciente al Grupo Restalia liderado por José María Fernández que inicio su actividad en un local de 19 m2 en Islantilla y hoy tiene abiertos más de 700 locales. Granier fundado por Pedro Conde quien desde Vilanova i Geltrú revoluciona el sector de las panaderías y da inicio al concepto de coffee bakery accesible a cualquier consumidor con cerca de 400 establecimientos operativos a fecha de hoy. O Natalia Perarnau fundadora de Kid&Us que inicia su actividad con 23 años en Manresa y ha logrado convertirse en modelo de referencia con cerca de 500 centros abiertos, 84 millones de facturación conjunta y más de 3.000 profesionales operando en la red.
Todos ellos y muchos, muchos más, se iniciaron con muy pocos recursos, con una idea muy clara de negocio y con un fuerte impulso emprendedor. La única diferencia entre cada uno de ellos y los nuevos franquiciadores de hoy, es el tiempo transcurrido que les ha permitido fortalecerse y expandirse. En pocos años, sumaremos muchas más marcas que serán reconocidas por todos.
"El reto de franquiciar es convertir una empresa de éxito comercial en una organización empresarial desde los inicios".
Sin necesidad de estructurar, sin necesidad de grandes inversiones. Pero si con la necesidad de organizarse previamente y prepararse para poder franquiciar como lo han hecho todos ellos.
El inicio de un Proyecto de Franquicia equivale siempre al comienzo de una ilusión empresarial, en la que se contempla la futura expansión de la propia empresa a través de esta fórmula de asociación empresarial. Es, al mismo tiempo, una decisión estratégica que debe estar suficientemente fundamentada y en la que deben disponerse de todos los medios para lograr triunfar. El verdadero pilar sobre el que se asienta el éxito en franquicia es el Proyecto de Franquicia. Ninguna empresa puede plantearse la entrada en este sector sin un proyecto que la valide. Es una necesidad de carácter práctico y no formal. No conviene perder de vista la perspectiva de por qué es importante y qué exigencias cubre. En concreto, es el plan que establece el modo de transformar una empresa de éxito comercial en una organización franquiciadora, el que determina las señas de identidad de una firma frente al resto de competidores y, en definitiva, el que nos indica qué vamos a hacer, cómo lo vamos a hacer y cuándo lo haremos.
Las preguntas más habituales a las que toda empresa franquiciadora tiene que dar respuesta en el momento de establecer conversaciones con sus potenciales candidatos y que quedan claramente definidas en la elaboración previa de un Proyecto de Franquicia son las que enunciamos a continuación:
Dar respuesta a todas y cada una de estas preguntas de forma ordenada, creíble y transparente, requiere un esfuerzo previo de organización y planificación que se construye siempre en la fase de preparación del Proyecto de Franquicia.
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