Emprender por cuenta propia y crear una marca es muy desafiante, pero también mucho más complejo que invertir en una franquicia. Cuando decides partir de cero en una inversión es necesario replantearse muchos aspectos fundamentales: buscar proveedores, captar clientes, validar el producto y, sobre todo, invertir dinero sin tener la certeza de que el negocio funcionará. En cambio, cuando te decantas por una franquicia con un modelo ya probado, con acompañamiento y reconocimiento de marca cuentas con menor riesgo.
1. Modelo de negocio probado
Cuando se decide emprender desde cero, es necesario crear todo lo relacionado con la marca, los clientes, el producto, la estrategia de venta, los proveedores, etcétera. Además, se debe invertir dinero en un negocio sin tener la certeza de que se podrá recuperar esa inversión.
Sin embargo, cuando optas por invertir en un negocio franquiciado, cuentas con un modelo ya probado y consolidado en el mercado. La persona fundadora de la franquicia ya realizó todos los pasos previos para comprobar que el diseño que elaboró es el adecuado. La garantía de que el funcionamiento de la marca responde a un sistema eficaz acentúa las probabilidades de éxito.
Jesús Becerra, CEO y cofundador de la red de cuidadores de mascotas
El perro feliz, destaca que una franquicia ofrece a cualquier persona que quiera lanzar un negocio disponer de un modelo validado. Además, facilita al
franquiciado ceñirse a un plan de acción ya definido y funcional, eliminando también, para la persona emprendedora, el tiempo de aprendizaje y el periodo en el que un negocio
comienza a ser rentable.
Una franquicia con años de experiencia te orienta sobre el tipo de cliente, la estrategia de precios, el número de ventas que necesitas para recuperar la inversión y, lo más importante, sobre los errores que debes evitar en la puesta en marcha del negocio. Cómo persona ligada a una franquicia, no debes seguir un camino a ciegas, sino guiarte por una ruta clara hacia el éxito.
“Lo bueno de empezar en una franquicia como la nuestra son los
márgenes. Como nosotros partimos de un gran volumen de tiendas, nos permite tener mejores márgenes en las negociaciones con nuestros proveedores y, de hecho, como tenemos marca propia pues lo mismo. Estos márgenes al final
despegan la rentabilidad mucho más temprano” destaca
Joan Marc, director de expansión de la tienda de juguetes
Eurekakids.
2. Reconocimiento de la marca
Mucha gente no tiene conocimientos sobre cómo dar a conocer un negocio nuevo, lograr que las personas prueben el producto y, además, construir una reputación impecable. Asociarse a una marca ya reconocida en el mercado supone una gran ventaja frente a los negocios nuevos. Los clientes reconocen la marca y su producto, y confían plenamente en ellos.
La persona franquiciada no tiene que invertir esfuerzo ni dinero en darse a conocer, ya que la franquicia parte desde una posición avanzada en el mercado y con una reputación consolidada. Solamente es necesario aprovechar las herramientas que se proporcionan y aplicar los conocimientos que se transmiten.
3. Menor riesgo
Invertir siempre conlleva unos riesgos que debemos asumir, ya que a nadie le gusta perder dinero ni tiempo en algún negocio que pueda salir mal. Apostar por una franquicia minimiza significativamente este riesgo y te orienta en la gestión de un negocio probado.
Al emprender desde cero, normalmente se toman decisiones importantes sin contar con experiencia ni conocimiento precisos, como es el caso de la fijación de precios o la organización de los costes. Sin embargo, en un negocio franquiciado tienes una cuantía fija que debes desembolsar, generalmente compuesta por un pago inicial y, posteriormente, el resto de la cuantía total. Además, dispones de la información necesaria para saber cuántas ventas debe realizar para recuperar esta inversión.
Más allá de lo económico, también se suma el valor de contar con un plan de ruta definido. Es decir, el tener una orientación laboral o un acompañamiento continuo, te capacita en tus labores diarias y en la planificación a largo plazo, la gestión tecnológica, entre muchos otros aspectos necesarios para lograr un buen funcionamiento del negocio.
4. Soporte técnico y acompañamiento
Desde que una persona decide franquiciar hasta el final de su emprendimiento, siempre va a estar acompañada por un equipo de profesionales que responderá sus dudas, la guiará en los procedimientos, advertirá sobre posibles errores y la ayudará a crecer desde el primer día que abre sus puertas.
Jesús Becerra destaca que, desde su marca, cuentan con un contacto con sus franquiciados “muy directo. Cualquier franquiciado puede llamar por teléfono para resolver una duda”. Además, cuentan con una operativa bastante sistematizada, que ofrece un servicio personalizado, cercano y continuo. “Evidentemente brindamos una formación inicial, pero también damos un soporte constante, abordando cada aspecto al que se enfrenta cada franquicia de una forma personalizada, con el objetivo de obtener el éxito en su resolución”.
La formación inicial proporciona los conocimientos necesarios para comenzar, y se complementa con guías que permiten continuar con los procesos de manera eficaz. Es igualmente importante la capacitación en atención al cliente y en el uso de los sistemas operativos, ya que contar con una base sólida de conocimientos es imprescindible para el buen funcionamiento del negocio.
Por su parte, Joan Marc destaca que en Eurekakids a los nuevos franquiciados se les proporciona “una formación de dos semanas antes de abrir la tienda y durante”. Además, van de la mano de las personas franquiciadas, ya que cuentan con dos departamentos que atienden a todas las preguntas e incidencias que surgen en la tienda.
El acompañamiento es constante y real. Se proporciona soporte técnico para resolver dudas, orientación para aumentar las ventas, y se implementa un modelo de seguimiento que permite verificar que todo funcione correctamente, adaptándose también a los cambios del mercado. Esta capacitación es un gran aliado para que la persona que decida invertir en una franquicia no parta desde cero, sino que cuente con las herramientas necesarias para hacer las cosas bien, evitando perder tiempo y dinero.
Todos estos elementos son clave para el éxito de quien busca minimizar riesgos al abrir un negocio. Aunque emprender desde cero puede parecer atractivo en muchas ocasiones no es como uno espera. Por eso las franquicias son la opción más idónea, ya que no sólo estás invirtiendo un negocio y en un producto, sino que adquieres el respaldo de un equipo experimentado que te orienta y te proporciona los conocimientos necesarios para recuperar la inversión inicial y alcanzar el éxito total.