Para el funcionamiento de una franquicia es imprescindible
la figura de dos personas: el franquiciador y el franquiciado. El franquiciador
es la persona que franquicia su negocio, y el papel del franquiciado suele ser
la de un emprendedor o inversor que decide emprender un negocio abriendo una
franquicia. Para que haya un corrector funcionamiento de la franquicia, es
imprescindible que la relación y comunicación entre franquiciado y
franquiciador sea la correcta.
El primer paso para el funcionamiento de una franquicia es
la firma de contrato entre franquiciador y franquiciado, un contrato a través
del cual firman un acuerdo mutuo donde cada una de las partes tiene que cumplir
con sus obligaciones escritas y firmadas en el contrato. Estas obligaciones
firmadas por las dos partes serán diferentes dependiendo de las condiciones de
cada franquicia. En la mayor parte de los contratos, el franquiciador ofrece
una formación a su franquiciado y a sus empleados para el correcto
funcionamiento del negocio, también ofrece su know how o saber hacer, explica
su modelo de negocio de éxito al franquiciado para que este sepa el
funcionamiento de la franquicia y lo convierta en un negocio rentable de éxito.
Sobre las condiciones que firma el franquiciado, suelen ser condiciones
económicas como es el pago de las cuotas iniciales, cuotas periódicas, el
royalty, el pago de cuota publicitaria, etc.
Para el correcto funcionamiento de una franquicia, los firmantes tienen que cumplir con las condiciones pactadas en el contrato. Otro paso importante para el buen desarrollo de la franquicia es el personal que contrate el franquiciado, quienes también deben ser conocedores del funcionamiento de la enseña para que el modelo de negocio se pueda llevar a cabo. Además, el franquiciado tendrá que encargarse de supervisar que su personal cumpla con sus funciones para que el negocio se desarrolle correctamente.
Crea tu propio perfil, encuentra la franquicia que mejor se adapta a tus preferencias y mantente al día de todas nuestras novedades.