Rodilla nace en 1939 como un modelo de negocio de cafetería, especializada en la venta de sándwiches. Tras una larga trayectoria en el sector, empezó a expandir su concepto de negocio en franquicia, llegando a consolidar una amplia red de franquiciados que han sabido desarrollar cada establecimiento de la marca con éxito, sumando actualmente un total de 98 establecimientos repartidos por distintas zonas de la geografía española.

Abrir una franquicia de Rodilla supone una inversión total de 300.000 euros, de los cuales en la firma del precontrato el franquiciado deberá abonar un canon de entrada de unos 24.000 euros. Además, la enseña requiere de un royalty del 5% + IVA sobre las ventas, por la explotación de la marca, y de un canon de publicidad del 4% + IVA sobre las ventas, para llevar a cabo las estrategias necesarias para mejorar el posicionamiento de la cafetería en la zona.

De esta manera, el nuevo socio se compromete a permanecer al lado de la franquicia Rodilla por un periodo mínimo de 10 años, tiempo que dura el contrato con la marca, que es suficiente para recuperar la inversión inicial y obtener un amplio margen de beneficio. La marca también establece que el nuevo espacio de Rodilla tenga una superficie de ventas de al menos 120 metros cuadrados, para poder desarrollar con éxito la actividad de la marca.

Para mejorar la experiencia durante la etapa de franquiciado, desde la central de franquicias de Rodilla proveen al nuevo socio de un asesoramiento continuo para la elección del personal y una formación integral en cuanto a productos y la operativa del establecimiento. 

En resumen, abrir una franquicia de Rodilla requiere de una inversión elevada, sin embargo, el emprendedor cuenta con el respaldo de uno de los grupos de restauración más importantes del país con una trayectoria de más de ochenta años en el sector de las cafeterías y que ha consolidado en el mercado la marca Rodilla haciéndola famosa en todo el territorio nacional. 

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