Manolo Manzano fundador de Manolo Bakes

Manolo Bakes, El croissant irresistible

Me recuerdo a mí mismo subido a una silla ayudándole a cocer la crema. Las tartas eran espectaculares. Yo era muy mal estudiante y con 15 años le dije que quería ser pastelero

Pastelero por vocación

Hace 30 años se fraguó la pastelería que creó los famosos Manolitos, unos pequeños pasteles tipo cruasán que han cautivado el paladar de los madrileños. Tanto, que se consumen entre 450 y 500 kilos de Manolitos al día. Todo un fenómeno dulce que apunta a tener una gran expansión nacional. Pero lo que hoy se está forjando en una gran cadena, se inicia en 1989 como un negocio familiar que creó Manolo Manzano sin apenas tener la mayoría de edad. Una historia que va a hacer las delicias de los más golosos.

Con 15 años lo tenía claro, quería ser pastelero. Quería dedicarse al negocio que le había visto crecer. Su abuelo era pastelero, su padre había aprendido el oficio y, se dedicaba a ello en su tiempo libre haciendo tartas por encargo. Manolo, que ayudaba a su padre a elaborar estas deliciosas tartas quería dedicarse a ello y, en 1989, le pidió a su abuela un préstamo de 20.000 pesetas para arrendar un establecimiento y seguir con la tradición familiar.

Alquiló su primer local e incluso logró involucrar a su padre, que pidió una excedencia para ayudarle. Más adelante, se unieron a este apetecible proyecto sus hermanas, Remedios y Noelia.

La primera pastelería de Colmenar Viejo, de tan solo 60 metros cuadrados, fue el inicio del crecimiento de una pastelería que se haría famosa por sus pequeños “Manolitos”.

El negocio iba bien y, dos años después de la primera apertura, Manolo Manzano abrió la segunda pastelería en Colmenar. Un golpe de suerte y un cupón de la ONCE hicieron que en 1995 se abriera la tercera pastelería. El negocio seguía creciendo y comenzaron a suministrar sus pasteles a otras pastelerías y supermercados. La demanda era tal, que Manolo asegura que casi se arruina en ese momento, era imposible atender toda la demanda.

Un pequeño dulce millonario

La pastelería seguía creciendo. Es entonces cuando decide abrir una fábrica en el polígono La Mina de Colmenar Viejo. La pastelería continuaba prosperando y diez años después, Pastelerías Manolo consigue abrir un gran establecimiento de 200 metros cuadrados, con cafetería y su propio obrador en la calle Corazón de María número 10 de Colmenar Viejo. Esta tienda es su buque insignia. Manzano invirtió en ella un millón de euros. Fue en esta pastelería donde nació la receta de los “Manolitos”.

Y como casi todo lo importante en la vida surgió por casualidad. Manolo y su padre se equivocaron en la receta, en concreto con la mantequilla y de ahí surgieron en 2007, los cruasanes llamados Manolitos que tan adictivos son para los madrileños. Y así, por error, comenzó la leyenda de este delicioso dulce. En una década, Manolo abrió cuatro tiendas más en Colmenar Viejo.

Su nombre viene también de una anécdota curiosa. Un cliente asiduo los encargaba y los pedía con ese nombre, los llamaba Manolitos haciendo honor al nombre de la pastelería. A los Manzano les gustó tanto que registraron el nombre en 2012, en la oficina de Marcas y Patentes de tal manera, que se convertía en marca nacional.

El negocio les seguía yendo bien y decidieron salir fuera de Colmenar Viejo. El lugar elegido fue la localidad vecina de Tres Cantos donde abrieron otra Pastelería Manolo entre 2012 y 2013. Esta expansión fuera de Colmenar supuso el éxito rotundo de los Manolitos. Fue un boom, cuentan los vecinos que había veces que iban a la tienda expresamente a por ellos y ya no quedaban, se formaban colas para adquirir el cruasán de moda. Sólo en el primer mes de vida de esta nueva tienda, Manolo vendió 4.000 kilos de croissants.

Después de asentarse en Tres Cantos, decidieron iniciar la conquista de la capital abriendo una pastelería en la calle Conde de Peñalver. Y aquí siguió desatándose la locura por los Manolitos, cuya receta es secreta, aunque su creador asegura que la clave es la mantequilla y la calidad de los productos que utiliza.

Su delicioso sabor es adictivo, gusta a mayores, jóvenes y a muchos famosos. En Madrid, al mes, se consumen 7.000 kilos de Manolitos. Un pequeño dulce que ha hecho aumentar la facturación de la familia Manzano de 1,1 millón de euros a 3,5 millones de euros entre 2012 y 2017.

El creador de este exitoso cruasán lleva desde los quince o dieciséis años trabajando en el sector de la pastelería y levantándose a las 4 de mañana cada día, aunque ahora que está todo más mecanizado reconoce que no madruga tanto.

Ahora cada nueva pastelería tiene su propio obrador, pero hasta la fecha Manolo surtía de productos a todas las pastelerías. Él mismo es quien controla la calidad de los Manolitos ya que, consume al día entre diez y dice de estos cruasanes. Pese a todo el consumo de este pecado asegura encontrarse en plena forma. Es muy deportista, suele correr y participar en maratones.

Los Manolitos son muy conocidos en Madrid y tienen clientes famosos que se declaran fanáticos de este dulce como Santiago Segura, Soraya Saénz de Santamaría o la Reina Sofía entre otros personajes conocidos. Otros famosos que consumen Manolitos son los jugadores del Atlético de Madrid. Manzano, forofo de este equipo madrileño, incluso ha ido él mismo a repartir sus cruasanes a los jugadores rojiblancos.

Y con todo este recorrido y trayectoria, Pastelería Manolo llega al año 2018. Con casi tres décadas de trabajo y esfuerzo, la familia Manzano decide modernizarse y dar un paso más en cuanto a la expansión de su negocio. Es así como nace la marca Manolo Bakes. Continúa siendo Pastelería Manolo, pero con una imagen y un nombre actualizado, preparado para despegar y llegar a todo el territorio nacional e internacional.

De pastelería Manolo a Manolo Bakes

Para esta nueva etapa de expansión nacional e internacional Pastelería Manolo ha adoptado otro nombre y otra forma: Manolo Bakes. Los hermanos Manzano siguen siendo socios al 50%, pero se retiran de la palestra de dirección y lo dejan en manos de otros inversores. Los dueños del otro 50% son Pablo Nuño, ahora CEO de Manolo Bakes, y el futbolista del Atlético de Madrid, Álvaro Morata. Les acompaña en esta aventura empresarial sus respetivas familias.

Manolo Bakes surge en 2018 y es la evolución de la originaría Pastelería Manolo. En este paso a la modernidad ha tenido mucho que ver Pablo Nuño, un joven empresario, natural de Colmenar Viejo que estaba muy interesado en montar una Pastelería Manolo, pero los hermanos Manzano se negaron en un primer momento.

Con el paso del tiempo y por su parte, Nuño creó su propia marca de pastelería junto a Álvaro Morata y sus respetivas familias, con el nombre de Crossantino. Tras hacerse la competencia durante un tiempo finalmente, decidieron negociar con los hermanos Manzano y, aunque estos últimos tardaron en tomar la decisión, acabaron aceptando. Nuño ha comentado, en alguna entrevista, que Pastelería Manolo tenía el producto y, ellos tenían el “desarrollo de negocio y el concepto muy claro. Teníamos la posibilidad de competir por el mercado o aliarnos e intentar crecer lo máximo posible”.

Un año de negociaciones entre Ángel Terrés, socio de Manolo y Pablo Nuño fue el tiempo que ambos necesitaron para dar forma al hermano pequeño de Pastelerías Manolo y que apunta a convertirse en el líder de la familia. Manolo, Remedios y Noelia temían que su producto perdiera calidad, pero la negociación llegó a buen puerto y surgió Manolo Bakes con una nueva empresa llamada De Boca en Boca.

Mientras Manolo Bakes crece a pasos agigantados por la capital, los hermanos Manzano siguen llevando las riendas de las tiendas de Colmenar, la de Tres Cantos, Majadahonda y la del mercado de Chamartín. Todas ellas, continúan como Pastelerías Manolo, la familia pastelera mantiene la propiedad y el obrador. El resto de locales serán Manolo Bakes, unas pastelerías que, aunque siguiendo la tradición de Colmenar, ya no cuenta con los Manolitos procedentes de la sierra de Madrid si no que tienen su propio obrador que, dicho sea de paso, supervisa Manolo. Además, las nuevas tiendas amplían la gama de productos que venden. Ofrecen productos salados como ensaladas y tortillas, todas ellas, heredadas de Crossantino. Todos esta variedad de productos y la posibilidad de tomarlo en mesa, han hecho que Manolo Bakes haya facturado 800.000 euros al mes, según ha reconocido en alguna ocasión Pablo Nuño.

Con la nueva marca, el precio de los Manolitos ha subido, ya no se vende al peso sino por cajas de ocho, dieciséis y treinta y dos Manolitos. Que no procedan de la fábrica tradicional ha provocado que muchos clientes se quejen de su sabor. Dicen que no es el mismo, pese a que Manolo vigila los nuevos obradores.

Un año y 8 tiendas. Un éxito que se sigue horneando

La primera pastelería Manolo Bakes se abrió en 2018 y durante el primer mes de funcionamiento, recibió 200 solicitudes para abrir una franquicia. En dos meses habían recibido 800 peticiones. Actualmente, hay abiertos un total de siete establecimientos de Manolo Bakes además, de las ocho tiendas de Pastelerías Manolo que hay en la Comunidad de Madrid. El objetivo de la nueva marca, según su CEO, es abrir dieciséis tiendas este año y entre diez y doce el próximo año. Para 2021 pretenden llegar a los veintiún locales. A partir de este momento se plantean la expansión internacional.

Aunque en un primer momento Manolo Bakes optaron por crecer bajo la fórmula de la franquicia o asociados finalmente han decidido expandirse con centros propios y gestionado ellos mismos todos los establecimientos, al menos durante los dos primeros años. Prefieren crecer con capital propio, aunque sí que es cierto que este año cuentan con varios inversores como Sergio Busquets, Thiago Alcántara y Nacho y Alex Fernández. Tras estas aportaciones, el resto de aperturas serán propias.

Detrás de la creación de la nueva marca para la expansión nacional e internacional está Pablo Nuño. Este joven empresario es economista de formación, ha trabajado en BBVA y es representante europeo en una multinacional de Alemania. Además, ha creado incluso, su propia consultora energética. Nuño es quien ha materializado Manolo Bakes junto con Álvaro Morata y los padres de ambos.

Con esta historia, Manolo Bakes apunta maneras para convertirse en una de las cafeterías-pastelerías más conocidas de Madrid y, de España, si continúa con este ritmo de expansión. Su principal embajador son los Manolitos, que hablan por sí solos mientras los clientes los devoran. Son el producto más vendido en Glovo después de McDonalds. Un dato que desvela el potencial y el posicionamiento que tienen los Manolitos y cuyo tirón aprovechará sin duda, Manolo Bakes. Nuño asegura que actualmente se producen 1.000 kilos de Manolitos al día.

Los cupcakes, muffins, tartas de fondant que tan de moda han estado en estos últimos años han sido desbancados por los Manolitos. Ya contaban con un gran prestigio y ahora, no se habla de otro dulce. ¡Larga vida a los Manolitos!

Claves de negocio

  • Un concepto con muchos años de éxito gracias a su producto estrella: los Manolitos.
  • Entre los clientes y fans de Manolo Bakes se dan cita muchos famosos de la capital.
  • Manolo Bakes factura 800.000 euros al mes
  • Manolo Bakes nace con el objetivo de modernizar a la tradicional pastelería Manolo fruto del trabajo de la familia Manzano.
  • Los Manolitos son un boom en la capital: se consumen 7.000 kilos de Manolitos
  • Es el segundo producto más demandado a través de Glovo en Madrid después de McDonalds
  • Manolo Bakes cuenta con inversores famosos del mundo del futbol.

PERFIL

Manolo Manzano (Manolo Bakes)

Manolo Manzano es el pastelero que junto a su padre idearon los famosos “Manolitos”. Un cruasán que ha causado fervor en Madrid.

Con tan solo 15 años, Manolo Manzano decidió dedicarse a la pastelería, algo que le venía de cuna, pues su abuelo era pastelero y su padre hacía tartas en su tiempo libre. Gracias a la ayuda económica de su abuela pudo montar su primera pastelería en Colmenar Viejo. Al negocio se unieron sus hermanas Remedios y Noelia.

Sus pasteles eran tan famosos que tuvieron siempre detrás gente que querían montar un negocio como el suyo. Se mostraron reacios, pero al final han comenzado a expandirse como Manolo Bakes de la mano de Pablo Nuño y Álvaro Morata.


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