Detrás de cada fragancia, una historia: entrevista con el fundador de La Botica de los Perfumes

Desde que nació La Botica de los Perfumes, ha sabido convertir su pasión por las esencias naturales en una red de franquicias sólida, cercana y en constante crecimiento. Hablamos con Juan Antonio Almoril, su fundador, para descubrir los orígenes de la marca, los desafíos del modelo franquiciado, el valor de una buena historia olfativa y cómo se construye una identidad que conecta con emprendedores y clientes por igual.

Juan Antonio Almoril: La Botica de los Perfumes nació en 2011 con una idea clara: acercar la alta perfumería y la cosmética natural a todo el mundo, sin barreras económicas. Nos inspiramos en las antiguas boticas, donde se mezclaban esencias con mimo, y quisimos recuperar ese espíritu artesano con una marca moderna, accesible y comprometida con la calidad. Desde el principio, entendimos que nuestro modelo tenía que ser cercano, humano y flexible, y por eso apostamos por el formato de franquicia sin cánones ni royalties.

Juan Antonio Almoril: Nuestro enfoque combina tres pilares: calidad, precio competitivo y trato personalizado. Todos nuestros perfumes tienen una fijación y duración excepcionales, y se desarrollan pensando en el gusto real del cliente, no en tendencias pasajeras. Además, ofrecemos una experiencia de compra diferente: el cliente puede tocar, oler, experimentar. Y para nuestros franquiciados, somos un aliado que los acompaña desde el primer día, no solo un proveedor.

Juan Antonio Almoril: Tenemos un equipo especializado que estudia tanto la evolución del gusto olfativo del consumidor como las tendencias globales. Colaboramos con laboratorios europeos para asegurar que nuestras fórmulas no solo sean innovadoras, sino también seguras y de gran calidad. Escuchamos mucho al cliente y a nuestros franquiciados, que son quienes están a pie de calle y conocen de primera mano lo que se busca. Esa retroalimentación es clave para lanzar nuevas referencias o reeditar clásicos.

Juan Antonio Almoril: Olería a una mezcla entre vainilla cálida, madera de sándalo y un toque fresco de bergamota. Una fragancia que transmite cercanía, autenticidad y confianza, pero también dinamismo y ambición. Nuestra identidad olfativa busca ser reconocible y duradera, como los recuerdos que despierta un perfume bien elegido.

Juan Antonio Almoril: Queremos seguir creciendo de forma sostenible, priorizando la calidad del servicio y la rentabilidad del franquiciado. Apostamos por nuevos formatos de tienda más versátiles, incluso adaptados a municipios pequeños. También estamos reforzando nuestra presencia digital y la internacionalización de la marca, con pasos firmes y estratégicos.

Juan Antonio Almoril: En este momento, nuestro principal foco internacional está en Rumanía, donde ya contamos con una tienda en Bistrița que está obteniendo un rendimiento excepcional. Este éxito nos confirma el potencial del mercado rumano, tanto por su afinidad cultural con nuestra propuesta como por la creciente demanda de perfumería y cosmética natural. A partir de esta experiencia, queremos consolidar nuestra presencia en la región y expandirnos de forma estratégica. Además, seguimos atentos al mercado europeo —como Francia, Portugal o Alemania— donde el consumidor valora las marcas con alma. Pero siempre con un enfoque muy claro: adaptar nuestra propuesta al entorno cultural y comercial de cada país.

Juan Antonio Almoril: Ver cómo una idea que nació casi como un sueño hoy tiene una sólida red de puntos de venta, miles de clientes fieles y franquiciados satisfechos es la mayor motivación. Pero, sobre todo, saber que estamos generando empleo, promoviendo el emprendimiento local y acercando la perfumería de calidad a más personas cada día.

Juan Antonio Almoril: Ofrecemos un modelo de negocio rentable, accesible y con un acompañamiento real. No cobramos cánones ni royalties, facilitamos la formación continua, el apoyo comercial, el diseño de la tienda y todo lo necesario para abrir con garantías. Nuestro éxito es el suyo, y eso se nota en la relación que mantenemos con cada franquiciado, basada en la confianza y el compromiso mutuo.

Juan Antonio Almoril: Le diría que no va a estar solo. Que, si tiene ilusión por emprender, nosotros le vamos a dar las herramientas, el producto y el apoyo para hacerlo realidad. Que este es un negocio donde se combina la pasión por los aromas con la cercanía al cliente y la posibilidad de crecer en un entorno cada vez más valorado: el de la cosmética natural y la perfumería de calidad a buen precio.

Juan Antonio Almoril: Me gustaría que se recuerde La Botica como una marca que cambió la forma de entender la perfumería, que puso al cliente y al emprendedor en el centro. Una marca que no nació para vender productos, sino para contar historias a través de los aromas. Y que supo mantenerse fiel a sus valores, incluso creciendo.