Las churrerías pertenecen al sector de la hostelería, y son establecimientos donde predomina la elaboración artesanal de churros y la distribución de los mismos. Para la implantación de una churrería no se requiere de una inversión tan elevada como en otro tipo de negocios de restauración.
Los churros son un producto muy demandado en España, con una larga tradición y que se consumen, preferentemente, durante el desayuno. Los establecimientos con venta de churros, suelen tener una amplia oferta de otro tipo de productos como bollería, cafés, tés, refrescos, etc.
La principal característica de las franquicias de churros es que son establecimientos que no requieren de grandes superficies para desarrollar la actividad comercial, además, necesitan de maquinaria especial para la elaboración de los churros y es un modelo de negocio principalmente enfocado al autoempleo.
Si el interesado decide emprender de la mano de una franquicia, durante el proceso de implantación del modelo de negocio, el franquiciado va acompañado de una empresa experimentada y una estructura simplificada. La labor empleada para constituir una empresa desde cero, que supone una inversión económica previa, disminuye considerablemente al apostar por un formato de franquicia, ya que la inversión que solicita cada concepto, incluye por defecto, un manual operativo para la gestión diaria, la imagen corporativa, la filosofía empresarial y el soporte y asesoramiento en la búsqueda de acuerdos con proveedores y todos los detalles de la implantación: equipamiento, localización estratégica, licencias y seguros de actividad.
En este panorama, destaca la franquicia King Churro, especialista en la producción y la comercialización de churros, de diferentes tipos, acompañados del mejor café. Para abrir una franquicia de la marca es necesaria una inversión a partir de 70.000 euros, la cual dependerá de la ubicación, el tamaño y el estado del local. El futuro franquiciado, se podrá unir a la red de franquicias King Churro con un kiosko de la enseña, desde los 8 metros cuadrados, bajo un diseño moderno y funcional.
Otro ejemplo de franquicia dentro de este sector es la Churrería Kokoha, empresa familiar en la que el producto estrella es el churro, acompañado con chocolate. Este formato de franquicia es ideal para el autoempleo y tiene un coste de inversión que oscila entre los 90.000 y los 120.000 euros, “esta inversión incluye obra civil, canon de entrada y maquinaria, por lo tanto la cantidad dependerá del tamaño y del estado del local, y de la maquinaria que necesite el franquiciado para desempeñar la actividad, acorde al tipo de local que escoja”, afirman desde la central de franquicias de Churrería Kokoha. Esta enseña requiere de un tamaño mínimo de local de 70 metros cuadrados, que equivale a un establecimiento "piloto" de la marca.
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