Hoy se ha celebrado el III Anuario de la Restauración de
Marca elaborado por Marcas de Restauración, junto con la colaboración de The
NPD Group y KPMG, donde se recoge un
trabajo realizado por estas tres entidades que se han encargado de analizar los
datos del sector de la restauración de marca, aportando un gran valor en sus
datos, analizándolos y compartiéndolos con todas las empresas y franquicias del
sector.
Este año 2020 empezó siendo un buen año para el sector de la
restauración, pero, la crisis de la Covid-19, ha provocado el freno temporal
del crecimiento que estaba teniendo el mercado de la restauración. Hablamos de
una pérdida de 7.000 millones de euros en venta, solo en el periodo que va
desde el 15 de marzo hasta el 30 de junio de este año 2020, el periodo que
comprende los meses de confinamiento que ha vivido la sociedad a nivel mundial.
Durante ese periodo de tiempo, las marcas de restauración tuvieron que aceptar
las medidas impuestas por el Gobierno y cerrar todos sus locales.
Este año iba a ser un gran año para el sector de la
restauración, pero la llegada del virus de la Covid-19, ha cambiado el sector
de las franquicias y empresas de restauración, como también el comportamiento
de la sociedad española.
Ante esta situación, Carlos Pérez, presidente de Marcas de
Restauración, afirma que “las administraciones han impuesto restricciones a
nuestra actividad sin un plan que ayude a compensar los daños. Para reducir el
impacto es necesario un modelo de ERTES que garantice flexibilidad, medidas temporales
de alivio fiscal como la reducción del IVA y la regulación de los alquileres”.
En los datos que se han aportado en este III Anuario de la
Restauración de Marca en España, ante la situación que estamos viviendo
actualmente, un 11% de los empresarios cree que la situación del sector
mejorará en el próximo año 2021, en cambio, un 63% de los preguntados no
esperan recuperar el volumen de actividad pre-crisis hasta 2022. Por último, un
26% de los empresarios pospone ese momento, al menos, hasta un año después.
La importancia de las nuevas tecnologías en la recuperación
del sector de la restauración
Las franquicias han destacado el auge de los servicios de
delivery y take away durante los meses de confinamiento y del
post-confinamiento, y en este anuario de Marcas de Restauración, donde han
participado The NPD Group y KPMG, también hablan sobre la importancia de estos
servicios para la recuperación del sector.
Las franquicias y empresas de restauración tuvieron que
cerrar durante los meses de confinamiento, además, a día de hoy, estas empresas
siguen condicionadas por las restricciones de aforo. Por este motivo, la mayor
parte de ellas han tenido que introducir la digitalización en sus negocios,
además de tener que adaptarse a
los cambios que han surgido en el consumidor. Gracias a los servicios delivery
y take away, las franquicias y empresas han podido resistir durante los meses
de confinamiento, y, ahora, ven esta tendencia como una oportunidad de negocio
que ha venido para quedarse.
Estas alternativas han surgido por la imposibilidad de
consumir en los restaurantes y podrían, prácticamente, duplicar su peso en el
negocio de las cadenas (de un 12% pre-crisis a un 22% en 2021). Las franquicias
y empresas de restauración apuestan por el servicio del take away, es por eso
que esperan que este negocio crezca a mayor velocidad (casi triplicando su
relevancia en el sector de la restauración, pasando del 5% del total al 13%) y
que pueda llegar a situarse por encima del delivery (7% en antes del Covid-19,
9% en 2021).
Muchas franquicias se han visto obligadas a adaptar estos
servicios en todos sus locales, el claro ejemplo es la franquicia Brasayleña,
que público un acuerdo con empresas del sector delivery después de los meses de
confinamiento, un pacto que la franquicia Brasayleña ha llevado a cabo con
UberEats, Deliveroo y Glovo para poder ofrecer a sus clientes un servicio a
domicilio ante las restricciones que la restauración está sufriendo por la
Covid-19.
“Los hábitos y preferencias del consumidor están cambiando.
El cliente es ahora más digital, hogareño, selectivo y restrictivo en el gasto;
se siente más vulnerable y está más preocupado por su salud; tiene mayor
preferencia por lo local y es más exigente con las marcas en su transparencia y
compromiso con la sostenibilidad y su impacto social. Los modelos de negocio de
las empresas de restauración tendrán que alinearse y dar respuesta a estos
cambios y, con el apoyo de la tecnología, transformarse para poner de forma
decidida al cliente en el centro de todas sus decisiones”, comentaba Enrique
Porta, socio responsable de Consumo y Distribución de KPMG en España.
En este III Anuario de la Restauración de Marca, han
explicado que, además de una mayor diversificación de la actividad, la
recuperación del sector se impulsará con la digitalización y la transformación
de los modelos de negocio para orientar las marcas a sus clientes.
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