Desde su nacimiento en 1965 en Manhattan, TGI Fridays ha conseguido posicionarse como
un concepto de restaurante único, a través del concepto de happy hour y un simbólico vestuario. Sin embargo, actualmente, la central franquiciadora de
comida rápida, como algunos de sus franquiciados, se ha declarado en
quiebra a raíz de una combinación de factores que han afectado a su estabilidad financiera.
TGI Fridays se ha visto obligada a acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Como resultado, se ha producido el cierre de restaurantes en el país, pasando en las últimas semanas de tener 213 a 164 establecimientos abiertos.
No obstante, la declaración de la quiebra afecta principalmente a la central franquiciadora de TGI Fridays, que tiene 39 establecimientos propios, pero no a todas las franquicias del país, ni a las 13 franquicias españolas. La cadena ha conseguido la financiación necesaria para que sus restaurantes se mantengan en funcionamiento mientras el proceso de quiebra avanza.
Entre las principales causas de la quiebra de la franquicia, se encuentran la disminución de clientes, una estructura de capital insostenible y, sobre todo, según el comunicado emitido por la empresa, los problemas económicos derivados de la pandemia de la COVID-19.
El futuro de TGI Fridays
El presidente ejecutivo de TGI Fridays, Robit Manocha, propone una solución a esta situación. Ésta se basa en que, pese a que a los meses que se aproximan sean complicados, serán necesarios para proteger los intereses de las partes involucradas, entre las que están sus franquicias nacionales e internacionales y su equipo humano.
De esta manera, TGI Fridays mantendrá a la mayoría de sus franquicias tanto a nivel nacional como internacional en pleno funcionamiento, mientras busca una restructuración que asegure su viabilidad a largo plazo.