El
sector de la restauración está implementando nuevas formas de negocio para
sobreponerse a la situación generada por la crisis sanitaria. Después de unos
meses de incertidumbre y un futuro con grandes retos por delante, reinventar la
manera en la que ofrecen sus productos es la solución por la que han optado
muchos negocios. Esto pasa por el impulso del delivery sumado al take away y el
aún desconocido grab and go que, además, van en consonancia con los nuevos
hábitos de consumo de sus clientes.
Dado
que la llamada “nueva normalidad” todavía plantea muchos interrogantes, los
negocios de hostelería optan por reemplazar las mesas y sillas por servicios en
los que el cliente consuma los platos en la calle o en su propia casa.
Hay productos gastronómicos como el sushi que se adaptan muy bien a estos modelos de distribución como el reparto a domicilio. En palabras de Roger Antelo, CEO de Sushimore, esto es debido tanto a “factores físicos, ya que es un alimento que mantiene sus propiedades en el tiempo, como a factores económicos tanto para el consumidor, con una media de 12€ por comensal, como para la empresa que mantiene márgenes atractivos una vez descontados los gastos de delivery”. La franquicia, que no ha dejado de abrir locales durante estos meses por toda la geografía española, considera que esta forma de negocio es muy atractiva para nuevos franquiciados y emprendedores ya que “está demostrando ser una formula sólida y extremadamente rentable”.
Este éxito
viene respaldado por los agregadores de comida a domicilio como Just Eat,
Glovo, Deliveroo o Uber Eats, plataformas que se han ganado la confianza del
consumidor.
El take
away, por su parte, es una opción que ha ido ganando adeptos con el paso de los
días. Cocinar a puerta cerrada bajo pedido y preparar la comida para que el
propio cliente la recoja es una alternativa que ha sido bien recibida por el
gremio y por los consumidores. A los primeros les permite reactivar su negocio
y los segundos no renuncian a la tradición de comer “fuera de casa",
aunque por el momento no sea bajo el techo del restaurante.
Pero el
concepto que realmente supone una innovación en la forma de consumo es el grab
and go, que todavía tiene poco recorrido en nuestro país. El término podría
traducirse en español como “coger e irse” y hace referencia a ofrecer alimentos
envasados y listos para su consumo que se exponen al cliente en los locales a
la temperatura correcta para conservar sus propiedades. El servicio es
inmediato y permite fluidez en la elaboración y preparación de los productos.
Con respecto al grab and go, Antelo afirma que este servicio puede adaptarse “a locales pequeños en los que la tasa de alquiler no es alta” como es el caso de Sushimore y, además, “no supone la necesidad de personal extra” ya que es el cliente quien se sirve como si de un supermercado se tratara.
De esta forma los hosteleros se adelantan a una “nueva normalidad” incierta, un nuevo plan que todavía no saben si favorecerá a sus negocios. Sin embargo, todo apunta a que los espacios que favorezcan las medidas de distanciamiento, la calle y los hogares, seguirán siendo los puntos más seguros para el ciudadano en los próximos meses.
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