Con el paso de los años, se ha vuelto más habitual ver a mujeres emprendedoras que deciden dar un paso más en su negocio y se lanzan de lleno al mundo de las franquicias. Este modelo de negocio no solo abre puertas para ellas, sino también para otras que, con las herramientas necesarias, se atreven a emprender un nuevo negocio.
En México, la labor de Betsy Eslava, presidenta de la Asociación Mexicana de Franquicias, ha sido decisiva en la visibilización del papel de la mujer en este sector. Eslava no solo promueve la participación femenina, sino que también trabaja para generar redes de colaboración y apoyo para nuevas líderes.
En España, encontramos mujeres que tratan de liderar con conciencia y cuidado su marca o el proyecto al que pertenecen, llevando a otro nivel su visión innovadora dentro de sectores como el fitness, la alimentación o la cosmética.
1. Libertad a través de un negocio propio
Invertir en un negocio propio suele estar asociado con la idea de libertad, de tomar decisiones propias y encontrar realización personal y profesional. Para muchas mujeres, emprender significa precisamente eso, pero la realidad no siempre es así.
Para
Laura de Toro, fundadora y CEO de
Nexes més que Pilates, fue todo lo contrario. Su éxito inicial fue tan rotundo como exigente. “Cuando abrí mi centro me convertí en esclava de mi propio negocio”, admite. Esta experiencia la impulsó a crear una
estructura autónoma que le ofreciera libertad personal y profesional. Tras la pandemia, decidió franquiciar su marca, y hoy Nexes cuenta con presencia en
España, Francia y Suiza. “Fue algo innovador, porque la gente ni siquiera sabía que existía el pilates con máquinas”, señala.
Laura representa una figura emprendedora de una generación de mujeres fieles al desarrollo profesional. “Invertí en un local que me gustó y abrí un centro en una localidad obrera que no conocía ni los precios de pilates ni el concepto. A los tres meses ya tenía lista de espera”, recuerda.
2. Aumento del liderazgo femenino en el mundo de las franquicias
El modelo de franquicia se ha consolidado como una manera atractiva para emprender, especialmente para mujeres que buscan su independencia económica y profesional. Cada vez son más los perfiles profesionales femeninos que deciden iniciar su andadura empresarial a través de este modelo, tejiendo redes que no solo promueven su crecimiento, sino que también inspiran a otras mujeres.
Las franquicias ofrecen estructuras consolidadas, modelos de negocio ya testados y acompañamiento constante. Además, muchas de estas mujeres buscan crear productos de calidad, con una imagen y reputación sólida.
María Caldelas, fundadora de
La Central Heladera, es un claro ejemplo, ya que impulsó una marca de helados artesanales con un enfoque en la
sostenibilidad y el producto local. “Quería un producto natural y de proximidad. Todos nuestros helados se hacen con leche ecológica, frutas 100% naturales, sin gluten, sin lactosa, veganos y con menos de un 1% de materia grasa”, explica.
Su compromiso con la calidad hizo que los restaurantes y emprendedores pusieran el ojo en sus productos. “La gente franquiciada está muy contenta porque pueden defender el producto, ya que es de calidad”, destaca. Actualmente, cuenta con 11 locales y prevé abrir seis nuevos para el verano.
En el sector de la cosmética,
Nuria Rujas lidera la expansión de
Yves Rocher en España con una filosofía centrada en la sostenibilidad y el respeto por la naturaleza. En España, Yves Rocher cuenta con
125 tiendas, 98 de ellas son franquicias. “Más del 60% de nuestros franquiciados lleva con nosotros más de 20 años”, señala y recalca la importancia de una relación basada en la confianza y el acompañamiento.
3. Visión de franquicias con valores
Más allá del beneficio económico, muchas mujeres que lideran franquicias están apostando por modelos de negocio con un propósito claro. Buscan combinar rentabilidad con sostenibilidad y bienestar, entre otros.
Laura de Toro no solo creó un centro de pilates, sino un concepto basado en el bienestar físico y mental. “Me decanté por hacer un espacio boutique”, cuenta. A su vez, Nuria Rujas tiene un propósito medioambiental. “Con profundo respeto por la naturaleza, Yves Rocher ofrece una cadena de valor única”. Su enfoque conecta con millones de consumidoras en el mundo y consolida una marca muy reconocida en el mercado.
Mercedes Vegas, directora de expansión de
Schmidt Cocinas, destaca que en la marca “no abrimos con cualquier persona, ni en cualquier sitio. Necesitamos personas que quieran crecer con nosotros”. La compañía, presente en España desde hace 22 años, cuenta con
88 tiendas y una estrategia clara de crecimiento sostenible. “Las mujeres tenemos ese sexto sentido de saber escuchar muy bien a los equipos y entenderlos”, afirma. Su estilo de liderazgo implica acompañamiento, presencia y apoyo al grupo.
Estas cinco mujeres han demostrado que las franquicias son una oportunidad de crecimiento económico y continúan trabajando en crear marcas sólidas en el mercado. La trayectoria profesional de cada una de ellas, demuestra que son grandes referentes de negocios sostenibles y de calidad, cuidando que los productos y servicios sigan la misma línea que en un primer momento. Además, son un referente de una generación de emprendedoras que luchan por su libertad económica y profesional.