La cadena de
franquicias especializada en carnes asadas al estilo rodicio, Brasayleña, ha
apostado por la diferenciación de su negocio. Se distingue de otros
establecimientos de rodizio por ofrecer un concepto único en cuanto a la
calidad y a la variedad de sus productos. Además, es famosa por el servicio de
show en mesa que ofrecen sus maestros churrasqueros y por darles a sus clientes
la posibilidad de repetir las veces que quieran, con precio cerrado. Las
previsiones de la marca para antes de que acabe este 2021 son poder llegar a
las cifras previas a marzo de 2020. “Hasta que llegue ese momento, nuestro foco
principal es continuar avanzando en cuestiones que ya han demostrado que pueden
ayudarnos a elevar la rentabilidad de cada uno de los establecimientos, mejorando
además la satisfacción de nuestros clientes” afirma Emilio Lefort, director de
expansión, franquicias y relaciones internacionales de Brasayleña.
Brasayleña,
ya cuenta con veinticinco establecimientos, teniendo como objetivo a corto
plazo la ampliación de su red de restaurantes en el mercado de la restauración.
Actualmente,
la enseña Brasayleña, trabaja con los tres gigantes del delivery, apostando en
este nuevo periodo por el servicio a domicilio. También ha renovado la
tecnología y digitalización de sus locales, instalando una centralita virtual
de la empresa Bookline para mejorar la gestión de reservas y la experiencia del
cliente. Además, ha introducido nuevos sistemas de control de los
establecimientos como la gestión de stock, de las ventas, proveedores, gastos,
entre otros, con el fin de conseguir un ahorro económico y de tiempo.
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