
La Pepita Burger Bar es un concepto de hamburguesería creada en 2012, que nace de la cocina gallega y tiene como objetivo plasmar la comida americana que tanto despunta a nivel mundial. La Hamburguesa es la protagonista de la carta, por ello emplean de forma exclusiva a proveedores de varias regiones del norte de España.
“Nuestras hamburguesas son un concepto gastronómico único, alejado del fast food tradicional y que recoge en nuestros establecimientos las tendencias estéticas y decorativas de los restaurantes más punteros de Nueva York”.
El modelo que negocio que ofrece La pepita Burger es innovador tanto por sus productos, ya que trabajan con carne de primera calidad hecha a la parrilla: ternera, vaca, pollo y buey. Además, La Pepita Burger tiene una elaboración propia y cuenta con platos caseros y bebidas importadas: Patatas Fritas gruesas caseras, más de 10 variedades de quesos y cervezas artesanas, de bodega o importación.
Es la única franquicia que trabaja con el reputado restaurante El Capricho para la carne selecta y 100% origen buey. La Pepita Burger Bar cuenta con una central de compras para productos principales como las salsas y carnes de recetas originales propias. Además, tiene acuerdos centrales con proveedores para packaging, uniformes, y proveedores de KM 0 para productos frescos, como panes de panaderos locales, verduras, etc.
La mayor seña de identidad de la marca son las carnes y salsas exclusivas en los establecimientos propios y franquiciados de La Pepita Burger. Este sello distintivo es impulsado a través de una carta con un ticket económico que la hace accesible para todos os públicos.
Los restaurantes de La Pepita Burger Bar son espacios donde el cliente puede vivir una experiencia única y memorable, gracias a la ambientación industrial y neoyorkina de los locales, recuperando materiales reciclado y antiguos con el fin de que el cliente esté inmerso en una experiencia sensorial de lugar y sabor.
Es un modelo de negocio rentable, gracias a la capacidad de comensales, diversidad de servicios y amplia rotación y edad del público. Los establecimientos de La Pepita Burger incitan un consumo ágil por sus tiempos de servicio y elaboración, sumado la distribución del espacio y combinación de take away y delivery pudiendo recuperar la inversión en dos años.
La enseña prevé al franquiciado con asesoramiento y formación presencial y online continua, a todo el equipo de camareros, cocineros y encargados con el objetivo de dar solución a los problemas del día a día y facilitar la escalabilidad y seguridad del franquiciado.
Fuerte apuesta en marketing y publicidad. Una gran presencia en redes sociales, lo que posibilita un mayor alcance y expansión de la marca, y un buen engagement y branding que la posiciona una de las mejores hamburguesas gourmet.
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